POR PURO CAPRICHO:
Hay distintos momentos de la vida en los que es más probable que invirtamos en decorar nuestras.
Se puede comprar o regalar arte por puro capricho, tras enamorarse de una obra. Cualquier fiesta: celebrar un cambio, un cumpleaños o un aniversario…, se convierten en la mejor manera de colgarla en nuestro salón.